Puntos clave
- El ciberfraude utiliza el engaño para robar dinero, datos o identidades a través de canales digitales.
- Entre los tipos más comunes se encuentran los ataques de phishing, el robo de identidad, el fraude con tarjetas de crédito, las estafas en compras en línea y el compromiso del correo electrónico empresarial.
- Entre las señales de alarma figuran los correos electrónicos sospechosos, los cargos inesperados y las solicitudes de información confidencial.
- La prevención requiere contraseñas seguras, autenticación multifactor, formación de los empleados y auditorías de seguridad periódicas.
El fraude cibernético se ha convertido rápidamente en una de las amenazas de más rápido crecimiento en la era digital, dirigida tanto a particulares como a organizaciones con una sofisticación cada vez mayor. El Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3) del FBI recibió 859.532 denuncias en su último Informe sobre la delincuencia en Internetcon pérdidas superiores a 16.000 millones de dólares,un 33% más que el año anterior. Estas cifras ponen de manifiesto la magnitud del problema, así como la rapidez con que los delincuentes adaptan sus métodos para aprovechar las nuevas tecnologías y vulnerabilidades.
Tanto si supervisa su propia salud financiera como si es responsable de proteger la información confidencial de sus clientes, comprender cómo funciona el ciberfraude y las múltiples formas que puede adoptar es el primer paso para crear defensas eficaces.
¿Qué es el ciberfraude?
El ciberfraude es cualquier engaño intencionado realizado a través de canales digitales para obtener beneficios económicos o robar información sensible. A diferencia de la ciberdelincuenciaque incluye piratería informática, malware y violación de datosel ciberfraude consiste específicamente en engañar a las víctimas para que faciliten voluntariamente acceso, credenciales o dinero.
La distinción es importante: mientras que un pirata informático puede entrar en un sistema utilizando exploits técnicos, un estafador manipula a las personas a través de correos electrónicos falsos, sitios web de phishing o suplantación de identidad. Ambos causan daños, pero el ciberfraude se basa más en errores humanos que en vulnerabilidades técnicas.
La frecuencia del fraude cibernético se ha disparado. En 2023, el phishing fue el tipo de ciberdelito más denunciado en Estados Unidos, afectando a a casi 300.000 personas.. Ese mismo año se produjo la récord de 3.205 violaciones de datos en todo el mundo, con casi 300 millones de dólares perdidos en ataques de ataques de phishing que afectaron a más de 324.000 víctimas.
Tipos comunes de fraude cibernético
En el caso de los particulares, puede tratarse de identidades robadas, cuentas bancarias vaciadas o registros de crédito manipulados. Para las empresas, puede tratarse de campañas de phishing, transferencias fraudulentas o ransomware que paraliza las operaciones y daña la confianza de los clientes. La realidad es que el ciberfraude ya no encaja en una sola categoría. Abarca muchas formas y una serie de tácticas diseñadas para engañar y obtener beneficios.
Algunas de las estafas más frecuentes que afectan a particulares y empresas en la actualidad son:
Ataques de phishing
El phishing se refiere a la práctica de enviar correos electrónicos fraudulentos, mensajes de texto o crear sitios web falsos que parecen legítimos con el fin de engañar a los destinatarios para que revelen información sensible. Estos mensajes suelen hacerse pasar por marcas de confianza, organismos públicos o colegas para crear urgencia y presionar a las víctimas para que hagan clic en enlaces maliciosos o descarguen archivos adjuntos.
Una variante dirigida es el spear phishingque personaliza los ataques para personas u organizaciones concretas. En lugar de correos electrónicos masivos, los atacantes investigan a sus objetivos y elaboran mensajes personalizados que hacen referencia a proyectos, colegas o relaciones comerciales reales. El objetivo sigue siendo el mismo: robar contraseñas, datos financieros o instalar malware.
Robo de identidad
El robo de identidad se produce cuando los delincuentes roban datos personales, como números de la Seguridad Social, fechas de nacimiento o credenciales de cuentas, y los utilizan para hacerse pasar por las víctimas. Una vez que disponen de esta información, los estafadores pueden abrir cuentas de crédito, acceder a cuentas bancarias, solicitar préstamos o presentar declaraciones de la renta fraudulentas en nombre de la víctima.
Las consecuencias van más allá de las pérdidas económicas. Las víctimas se enfrentan a menudo a puntuaciones de crédito dañadas, complicaciones legales y largos procesos de recuperación para restablecer su identidad. Muchos no se dan cuenta hasta que reciben facturas de cuentas que nunca abrieron o descubren cargos no autorizados en sus informes crediticios.
Fraude con tarjetas de crédito
El fraude con tarjetas de crédito consiste en el uso no autorizado de datos de tarjetas robadas o clonadas para realizar compras o retirar fondos. Los estafadores obtienen los datos de las tarjetas a través de filtraciones de datos, dispositivos de skimming en cajeros automáticos o terminales de puntos de venta, o esquemas de phishing que engañan a las víctimas para que introduzcan los números de tarjeta en sitios web falsos.
Existen dos categorías principales: el fraude sin presencia de tarjeta (CNP, por sus siglas en inglés), que se produce en Internet, donde no se necesitan tarjetas físicas, y el fraude con presencia de tarjeta, en el que los delincuentes utilizan tarjetas físicas clonadas o robadas. El fraude CNP ha crecido significativamente con el auge del comercio electrónico, ya que es más fácil explotar sistemas de verificación débiles que eludir la seguridad de chip y PIN en las tiendas físicas.
Estafas en las compras en línea
Las estafas en las compras en línea consisten en sitios de comercio electrónico falsos o vendedores fraudulentos que anuncian productos a precios atractivos pero no los entregan, envían productos falsificados o roban información de pago. Estas estafas suelen aparecer durante temporadas de compras con mucho tráfico, como el Black Viernes o el Cyber Lunes, cuando los consumidores están a la caza de ofertas y es menos probable que verifiquen la legitimidad del vendedor.
Las señales de alarma incluyen precios demasiado buenos para ser verdad, sitios web de reciente creación sin reseñas de clientes, políticas de devolución imprecisas y vendedores que sólo aceptan métodos de pago imposibles de rastrear, como transferencias bancarias o criptomonedas. Una vez efectuado el pago, las víctimas no reciben nada, obtienen productos de imitación o los datos de su tarjeta se utilizan para otros fraudes.
Esta erosión de la confianza afecta también a los negocios legítimos en línea, haciendo que los consumidores sean más cautos y vacilen a la hora de realizar transacciones con minoristas desconocidos.
Compromiso del correo electrónico empresarial
El correo electrónico comercial comprometido (BEC) es un sofisticado esquema de fraude en el que los atacantes se hacen pasar por ejecutivos, proveedores o socios comerciales para engañar a los empleados para que autoricen transferencias bancarias, compartan datos confidenciales o actualicen detalles de pago. Estos ataques suelen comenzar con el reconocimiento, ya que los estafadores investigan las jerarquías de la empresa, los patrones de correo electrónico y los proyectos en curso para elaborar mensajes convincentes.
Las tácticas más comunes incluyen facturas falsas que parecen de proveedores habituales, peticiones urgentes del "director general" para transferir fondos para un acuerdo confidencial, o instrucciones de pago alteradas enviadas justo antes de una transacción legítima. Como este tipo de correos electrónicos parecen proceder de fuentes fiables, los empleados suelen acceder sin verificarlos a través de canales secundarios.
El impacto financiero es grave. Las estafas BEC cuestan a las empresas miles de millones al año y pueden tardar meses en detectarse, especialmente cuando los atacantes mueven el dinero a través de múltiples cuentas en distintas jurisdicciones.
Señales de advertencia del ciberfraude
Reconocer el fraude cibernético a tiempo puede evitar daños importantes. Por tanto, preste atención a estas señales de alarma:
- Correos electrónicos sospechosos: Mensajes con saludos genéricos, errores ortográficos o lenguaje urgente que le presionan para que actúe de inmediato.
- Solicitudes de información personal: Las organizaciones legítimas rara vez solicitan contraseñas, números de la Seguridad Social o datos de tarjetas de crédito por correo electrónico o llamadas no solicitadas.
- Cargos desconocidos: Transacciones desconocidas en extractos bancarios o de tarjetas de crédito, incluso pequeñas cantidades que los estafadores utilizan para comprobar si las tarjetas están activas.
- Actividad inusual de la cuenta: Notificaciones de restablecimiento de contraseña que no has solicitado, intentos fallidos de inicio de sesión o cambios en la configuración de la cuenta que no has realizado.
- Ofertas demasiado buenas para ser ciertas: Ofertas que parecen imposiblemente baratas, notificaciones de premios no solicitados o correos electrónicos de herencia de fuentes desconocidas.
La detección precoz es fundamental. Cuanto más rápido se detecte y denuncie el fraude, más probabilidades habrá de limitar las pérdidas financieras y evitar nuevos compromisos.
Estrategias de prevención y protección
Detener el fraude cibernético requiere una combinación de hábitos inteligentes, salvaguardas técnicas y vigilancia continua. A continuación se presentan algunas estrategias recomendadas tanto para particulares como para organizaciones.
Protección personal
Para proteger sus propias cuentas y software, asegúrese de:
- Utilice contraseñas únicas y autenticación multifactor (MFA): Crea contraseñas complejas para cada cuenta y activa la autenticación multifactor siempre que sea posible. Esto añade una segunda capa de seguridad, incluso si tu contraseña se ve comprometida.
- Evite hacer clic en enlaces desconocidos o descargar archivos sospechosos: Pasa el ratón por encima de los enlaces para ver la URL real antes de hacer clic, y nunca abras archivos adjuntos de remitentes inesperados.
- Supervise regularmente las cuentas financieras y los informes de crédito: Compruebe semanalmente los extractos bancarios en busca de cargos no autorizados y revise los informes crediticios al menos una vez al año para detectar a tiempo el robo de identidad.
- Mantenga actualizados el software, las aplicaciones y los dispositivos: Aplique los parches de seguridad con prontitud para cerrar las vulnerabilidades que aprovechan los estafadores.
Protección organizativa
Para una mayor protección de la organización, considere los siguientes enfoques:
- Imparta formación a los empleados sobre ciberconcienciación: La formación periódica ayuda al personal a reconocer los correos electrónicos de phishing, verificar las solicitudes de información sensible e informar de actividades sospechosas.
- Implemente cortafuegos, detección de intrusiones y herramientas antiphishing: Las defensas técnicas reducen la probabilidad de éxito de los ataques. Plataformas como PowerDMARC automatizan la configuración, los informes y la supervisión de DMARC sin apenas conocimientos técnicos, lo que ayuda a las organizaciones a prevenir el fraude por correo electrónico y los ataques de phishing con alertas en tiempo real.
- Aplique políticas sobre correo electrónico y verificación de pagos: Exija doble autorización para las transferencias electrónicas y establezca procedimientos de verificación fuera de banda para los cambios de pago o las solicitudes delicadas.
- Realice auditorías y actualizaciones de seguridad periódicas: Las revisiones periódicas de los controles de acceso, los permisos y los protocolos de seguridad ayudan a identificar los puntos débiles antes de que lo hagan los atacantes.
Desafíos en la lucha contra el ciberfraude
A pesar de la creciente concienciación, el ciberfraude sigue evolucionando y superando las defensas. Los estafadores adaptan constantemente sus tácticas, pasando de las estafas obvias a sofisticados esquemas de ingeniería social que explotan la psicología humana. A medida que mejoran las medidas de seguridad, los atacantes encuentran nuevas vulnerabilidades.
La falta de concienciación sigue siendo uno de los mayores obstáculos. Muchos particulares y pequeñas empresas subestiman su riesgo o no saben reconocer las señales de advertencia hasta que es demasiado tarde. Las lagunas educativas dejan a la gente vulnerable incluso ante correos electrónicos de phishing básicos o sitios web falsos.
Los problemas de recursos también dificultan la lucha contra el fraude. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley se enfrentan a problemas de jurisdicción cuando los ataques cruzan fronteras internacionales, y las empresas, especialmente las más pequeñas, carecen a menudo de presupuesto o experiencia para implantar programas de seguridad completos. Incluso cuando se detecta un fraude, recuperar las pérdidas y procesar a los infractores puede resultar difícil y llevar mucho tiempo.
Adelántese al ciberfraude
Para ir por delante del fraude cibernético y evitar daños, debe emplear un enfoque de seguridad de varios niveles: contraseñas seguras, autenticación multifactor, formación de los empleados y salvaguardas técnicas como cortafuegos y herramientas antiphishing. Las organizaciones también se benefician de soluciones automatizadas que simplifican los complejos protocolos de seguridad. Por ejemplo, PowerDMARC ofrece configuración, informes y supervisión DMARC automatizados, ayudando a las empresas a prevenir el fraude por correo electrónico con alertas en tiempo real y una mínima sobrecarga técnica.
Por lo tanto, proteja sus dominios de las amenazas basadas en el correo electrónico. PowerDMARC hace que la autenticación del correo electrónico sea sencilla, fiable y accesible para cualquier organización. Comience su prueba gratuita o programe una demostración y permítanos mostrarle cómo detenemos los ataques de phishing antes de que lleguen a su bandeja de entrada.
Preguntas frecuentes
¿Es lo mismo ciberfraude que piratería informática?
No. El fraude cibernético se basa en engañar a la gente para que entregue información o dinero, mientras que la piratería informática implica el acceso técnico no autorizado a sistemas o datos.
¿Cómo puedo comprobar si he sido víctima de un ciberfraude?
Controle sus cuentas financieras en busca de cargos desconocidos, revise los informes crediticios en busca de cuentas no autorizadas y compruebe si ha habido intentos fallidos de inicio de sesión o notificaciones de restablecimiento de contraseña que no haya solicitado.
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